El amanecer de los infieles parte 1

Como diablos abres los ojos después de una pesadilla que parece no terminar?

Unas pantallas iluminadas de estática marcaban el epitafio de docenas de cientos de supervivientes, una compasiva solución a la mierda en la que habían transformado sus vidas, en un instante la superficie de la ciudad de Houston Texas había ardido a la misma temperatura de la coraza del astro rey, quedando el terreno envenenado para toda criatura, viva o muerta por cientos de anos...

Recuerdo haberme abalanzado con furia sobre aquel militar, solo para ser reducido de un culatazo en la mollera por alguno de sus subalternos, por instantes eternos sentí que sonaba, tranquilo y pacifico, recordé la suavidad de mi cama... a mis hijos durmiendo acurrucados bajo mis brazos...

Ni una ni otra, vaya padre que resulte...

Vivos? Lo dudo, mi familia ya estaría muerta, malditos 97 kilómetros, 30 putos minutos de carretera transformados en un vía crucis de 11 días donde si nuestras vidas estaban ya jodidas terminaron de rodar por el retrete de la mierda, una, otra y otra mas....

Esta lloviendo otra vez, entre mis sueños puedo sentir las gotas reventar en mi rostro, estoy en algún tipo de tejaban, pues al recuperar la conciencia del madrazo recibido puedo ver herramientas y artículos de jardinería, no puedo incorporarme mi mano derecha esta atada a mi tobillo izquierdo por medio de un cincho plastico, supongo que en este punto las esposas son demasiado escasas, pero no por ser plastico era menos incomodo...

Hay ruidos, algunas de las herramientas caen estrepitosamente al piso, el instinto de voltear casi me parte el cuello de la desesperación... era un reanimado... un civil, el tipo al parecer seria el anterior dueño de la gran mansión donde ahora soy prisionero, entre los dedos hinchados de pus, grandes anillos de oro se encarnan en los tejidos blandos de sus dedos, la camisa de un lino blanco finísimo estaría arruinada ya por los cuajos de sangre seca y media docena en descargas de ametralladora de alto calibre.

Aquel enorme trozo de carne putrefacta buscaba algo con desesperación, entre las que fueran sus herramientas, golpeaba con fuerza un panel incrustado en la pared con la necesidad de lo ultimo que podía lograr en su vida...

Golpeo una, otra, otra... pero no tenia respuesta... al parecer seria una especie de panel de activación, pero no había suministro eléctrico, lo que fuere no abría, por mas desesperados los golpes...

Aquella criatura exploto en ira, los golpes de sus manos descarnadas depositaban pedazos de grasa, piel cruda y cuajos de sangre negra en la superficie de aquel panel, el reanimado profirió un grito de desesperación...

Es como si un poco de humanidad quedara dentro de ellos después de que la vida misma les abandonara de los cuerpos...

En la desesperación del podrido, su mirada se posa en mi cuerpo arqueado en incomoda e indefensa posición, sus ojos por un instante contuvieron un millón de emociones primitivas y hambrientas, elevo el mentón y se abalanzo sobre de mi con la dentada pavorosamente desencajada, una sola mordida y seria el fin...

Con el brazo libre y entumido me impulse lo suficiente como para darle espacio a mi otra pierna para lanzarle un semejante patadón al reanimado, las botas del ejercito americano terminaban seguras en una punta interna de metal o casquillo de aluminio, el golpe de seguro le rompería unas dos o tres costillas a un ser humano normal, pero esto era diferente, el nivel de putrefacción de la estructura de aquel desdichado era tal, que el calzado militar se quedo incrustado a la altura del plexo solar del infeliz...

-hijo de tu pinché madre, hasta para morirte...-

Juraría, que aquel pendejo sonreía, si!, podía ver la mueca en sus labios hinchados por la descomposición, sin perder tiempo enterró sus manos en mi pierna, sus unas se clavaban sin misericordia en el cuero de la bota larga, podía sentir la poderosa presión, esa pinché masa esponjosa tenia la fuerza de dos o tres hombres, sin remedio el hueso tendía para comenzar a astillarse bajo la furia asesina de aquel ente que buscaba inclinarse para tirar su denté faltal.

Así pues, el tiempo corría sin piedad, a unos segundos de perder mi pierna y quizás hasta la humanidad pude ver un mazo de construcción tirado entre docenas de herramientas desparramadas en la furia de aquel zombie, deje caer mi cuerpo sostenido por mi ya cansado brazo, cayendo el podrido también atorado a mi bota de soldado, sin pensarlo dos veces alcance el mazo y se lo arroje en la cara.

Estoy seguro que no le mate, inutilice o como se le llame a su segunda mejor vida, solo aplaste su rostro a un puré donde la nariz se fundió con la quijada y sus globos oculares desaparecieron inutilizándolo en una profunda obscuridad, aquella cosa gemía y escurría cuajos de porquería en mi pierna, la peste era incontenible.

Durante la putrefacción humana se observan una serie de fenómenos biológicos característicos, aunque el tiempo, intensidad y efectos que producen pueden depender mucho de la temperatura a la que el cadáver está expuesto, humedad y presencia de oxígeno y otros elementos y compuestos químicos, principalmente. El mismo cuerpo humano se cataboliza descomponiéndose en una serie de líquidos y gases con olores característicos.

Vomité, El hedor de las entrañas esparcidas y rápidamente humeantes por la voluntad del insoportable calor aprisionó mi estómago, y castigó nuevamente mi boca con una ruidosa catarata de espuma ácida.

Si la putrefacción es anaerobia, es decir, sin oxígeno suficiente, los olores pueden apreciarse como mucho más pestilentes. Los exhumadores conocen bien el líquido verdoso que se encuentra cuando un cadáver ha sido inhumado envuelto en bolsas de plástico u otros materiales no biodegradables. En estos casos resulta muy difícilmente soportable, y supone un auténtico suicidio ...
Pasaron unos interminables minutos de lucha entre el guiñon cadavérico y mi pierna mallugada, pero por fin me desensamble de aquel puzzle anormal para vomitar otra vez, la bilis y la espumosa saliva regorgoteaba en cada descarga malograda, la muñeca apretada inhumanamente a mi tobillo dolían y me inutilizaban hasta para seguir vomitando una vez mas.

El rugir de helicópteros y la desesperación de los gritos me decían que algo había pasado, la fiesta se acababa y el ultimo en salir pagaría la cuenta, era indescriptible el aullido de docenas de voces dando ordenes de salida, el bullicio despertaría al mismísimo infierno tendido de bruces, que diablos estaba ocurriendo? Porque carajos todos tenían tanta prisa?

Al fondo algo o alguien, forcejea con la puerta del garaje, una poderosa luz se filtra aguda por la silueta de la puerta, por la forma del overol y el inconfundible sombrero deducía que era un menonita, de seguro mi ejecutor.

-Que? Apoco ya se me acabo el veinte?, espete con indiferencia, si este hijo de perra no pudo conmigo...
La silueta comenzó a correr hacia mi, el fin ya estaba marcado, espero que con la piedad que pido para mi familia la muerte llegue pronta, porque de heroica no tendrá nada, mientras este atado como res al matadero...

-Que fácil te rindes mexicano, la voz era de una mujer, era Nadheza!
-Cómo diablos? Pero... que ...
-Calla, susurro la ojiverde mientras cortaba los plásticos que formaban mis ataduras

Aquella mujer después de abrazarme, me regalo un largo beso en los labios, eso me confundió todavía mas...

-Van a volarlo todo, dijo recuperando el aliento, tienen un Frog!
-Aquí? Conteste sorprendió
-No solo uno son 5, van a freír toda la línea de la frontera para evitar que sigan avanzando, van a crear una “Hot Zone”, una barrera de radiación, para evitar el avance de los entes.

Un frog era un regalo de la guerra fría y las pretensiones de los mandatarios norteamericanos de obtener un arma de capacidad nuclear móvil, del tamaño de una maleta si fuera posible, una vez terminada la exposición de la guerra fría, su diseño se transformo a una versión mucho mas sofisticada.
Las FROG nukes (bombas nucleares) tipo "maletín" realmente no son maletines, pero debido a su tamaño se les conoce como Suitcase Nukes (Bombas Nucleares tipo maletín).

Estas son tan versátiles como mortales, pueden dispararse con lanzagranadas o con lanzadores de cohetes, o pueden ser detonadas por cronómetros. Una bomba puesta en el centro de una área metropolitana como Nueva York sería capaz, en cuestión de segundos, de matar a cientos de miles de personas, exponiendo a millones de otras personas debido a la radiación letal que sigue la detonación.

Las explosiones pueden causar efectos mortales – luz que ciega, intenso calor (radiación térmica), radiación nuclear inicial, detonación, incendios causados por el impulso de calor y los incendios secundarios causados por la destrucción. También pueden producir partículas radioactivas llamadas precipitación radiactiva que pueden ser llevadas por el viento por cientos de millas, a estas les apostaban como medio de contención ante la amenaza no muerta, esperando que la radiación de alguna manera acelerara la destrucción de los cuerpos reanimados de la misma manera que destruirían los cuerpos de las criaturas normales, un precio alto ante la pandemia.

Las FROGS tenían (peso entre 15 y 30kgs dependiendo de poder pero de un tamaño reducido, las mas pequeñas podían ser transportadas por una persona de muy buen físico y La potencia de tal arma sería en el margen de las bombas utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial. La índole de los efectos sería la misma que un arma enviada por un proyectil intercontinental, pero el área y la severidad de los efectos sería considerablemente más estrategica.

Por lo tanto la contaminación de un dispositivo de dispersión radiológica como este, puede afectar una gran área, dependiendo de la cantidad de explosivos convencionales utilizados, la cantidad de material radioactivo y las condiciones atmosféricas así la “maleta” o FROG detonado en o cerca del nivel del suelo podría producir una precipitación fuerte de la tierra y los escombros aspirados hacia la nube de hongo.

Aquello no tenia madre, estos cabrones estaban cavando tumbas, era todo lo que hacían, no les importaba si alguien sobrevivía o no, solo querían asegurarse un sitio fuera de peligro para ellos y sus tropas.

-David? Dije, donde esta mi hermano?
-Del chico ni hablar, no le hemos visto en ningún lado
-Visto? ¿Quién mas? Quién más esta contigo?
-Makarias, dijo, esta herido, es grave...

De mi hermano ni una sola luz, el pobre, también le falle al pobre cabron, caramba, señor que no hay nada ya que tus hijos podamos lograr para remediar este infierno?

-Mako esta en búsqueda del Football, dijo la ruskie, vamos sígueme,

Aquella mujercita saco de la parte trasera de su overol una pequeña glock, el arma tenia el calor de su cuerpo y un poco de su sudor, seria útil para abrirnos camino en medio del caos.

- Marinika tenia razón, la guerra apenas empieza, susurro Nadhe al observar la algarabiíta en las afueras de aquel garaje