Renacimiento
Escuchaba voces a mi alrededor, sonidos de parlantes, me sentía mareado, desorientado, intente mover mi brazo derecho pero de inmediato sentí el dolor agudo de varias agujas clínicas e intravenosas adheridas ala piel del mismo en varias posiciones estratégicas, por donde múltiples soluciones y glucosa corrían por mi marchito torrente sanguíneo, el cual gracias a mi asoleada desgracia podía sentir debajo de mi piel extremadamente hinchada y rojiza por la sobreexposición al sol, fueron demasiados días a la deriva, flotando lejos de aquella lancha de la muerte.
Mis ojos fueron enfocando poco a poco las superficies a mi alrededor, gris, azul, blanco y mas gris, remaches… paredes de metal, aquello era una embarcación grande, de seguro encontrarían el pedazo medio muerto de humanidad mía y pensarían en hora buena rescatarme de mi naufragues, mas no del horror del que me esperaban kilos y toneladas por delante.
Mis oídos se abrían aclarándose los sonidos a mi alrededor, altavoces, ordenes y recontra ordenes del tipo militar, aquella embarcación era sin dudarlo de propósito bélico, de alguna manera estaba jodido, no solo por mi estado físico, si no por que me habían pillado, de seguro sabían de la lancha, la droga y como explicar dos cuerpos muertos que deambulan descompuestos y faltantes de partes?
Estaba definitiva y positivamente jodido, eran por lo menos 30 años de cárcel y varias condenas perpetuas por los cuerpos de mis dos amigos y carajo como explicarles que uno se volvió de la muerte para devorar al infeliz?
Comencé a sollozar, carajo que manera de perder el pellejo, hubiera preferido morir en aquellas aguas y no tras las rejas, como un culo que porta un incandescente espectacular con la palabra cógeme!, chingada madre, este no podía ser el final.
Intente liberarme una vez mas, las intravenosas y el medicamento era lo único que me unía a aquella cama de recuperación, pero a donde ir? De regreso al mar?
El dolor me paralizo una vez mas, la quemazón y el flanco, de seguro mis riñones por falta de agua, estoy echo puré, no creo llegar mas lejos que esta estúpida habitación, imagino que ellos lo saben, por eso de seguro la ausencia de grilletes.
Grite con la desesperación de una garganta muda y seca, con la articulación de una lengua falta de humedad e hinchada, el sonido resultante figuro algo ininteligible.
-Calma muchacho, sonó una voz tranquila, debes de intentar calmarte, repitió la voz
-Intente articular una respuesta o ya de carajo un donde diablos estoy? Sin embargo una vez mas el cuerpo me fallaba.
-Estuviste mas de un mes a la deriva, susurro la voz, cuando te encontraron estabas muerto, estaban apunto de regresarte al mar en una bolsa de cadáveres cuando te levantaste e intentaste morder a uno de los oficiales…
El pánico recorrió mi cuerpo, miles de imágenes y preguntas recorrieron mi cuerpo, morder?, muerto?, no dios mío no…
La desesperación obligo a mis músculos a sentarme y comenzar a mirar mi cuerpo, buscaba similitudes, señales, no quería que eso se me hubiera pegado también a mi, no quería ser aquella carcasa demoniaca en la que se transformo el Máster, no quería, no era justo!
-No te preocupes, a pesar de la Deshidratación severa, no presentas ninguna otra anomalía
-Anomalía? De que putas esta usted hablando? De que chingada estoy enfermo, déjenme salir de aquí!
Intente ponerme de pie pero las piernas no me respondieron, me fui de cuerpo muerto al piso de metal de aquella estructura marina propinándome el justo castigo por tal imprudencia, el resultado, la inconsciencia y de seguro un grupo de puntadas en mi frente, otra cicatriz mas.
El hombre que me hablaba se acerco a mi cada vez mas difuso campo de visión, era un sacerdote, un sacerdote con insignias medicas, que….