Los alientos eran eternos entre pisada y pisada de aquella abominación genética, su ira era tal que olvido por un momento a la turba de reanimados que se dejaba venir detrás de el, no un digno final después de todo, pero un final al fin, que se le va a hacer, mire a mi alrededor el adinerado con el que debatí por la vida minutos antes yacía aun rumbo al armario ensangrentado de antes, en su búsqueda sin sentido ignoro la escena.
- Tengo que admitirlo hijo de perra, -dije entre quejumbres- eres cabron chingón , pero en no por mucho tiempo -
Aquella cosa miraba mi cuerpo de arriba a abajo, como saboreando por instantes la manera mas penosa de quitarme la vida, la manera mas lenta y desventajosa, la mas mortal de todas.
El grupo de reanimados comenzó a adelantársele al endemoniado, este enojado perdió un par de segundos gruñéndole a la turba quien parecía, por simple reflejo o por miedo abstracto no querer oponérsele mas al centinela...
- Tu....... - gimió la bestia-... Tu..... Muerte... -
Aquel reflejo de inteligencia me pareció mas aterrador que la muerte misma sobre mi en ese momento, pero ni para saborearlo, por que mientras terminaba la frase alzaba el brazo derecho exponiendo unas ensangrentadas garras de hueso que sobresalían de su piel, era el golpe final.
En el segundo en que la criatura se disponía a clamar sangre, una lluvia de balas agujereo toda la intimidad de aquel tejaban, derribando no muertos y haciendo retroceder en un rictus de dolor a la bestia sanguinaria, por un segundo no pude entenderlo, solo alcance a buscar un espacio seguro cuando un gigantesco blindado Habrahams del ejercito americano irrumpió en aquellas débiles paredes dejando al descubierto el cielo machacando los paneles de fibra metálica y uno que otro cadáver ambulante que formaban solo un pequeño bache ahora para el camino llano de sus poderosas orugas.
La puerta del blindado se abrió de un golpe, era Nadhe, quien mostraba las marcas de la pelea, fue mordida en los brazos y en el pecho, su destino era peor que el que me esperaba... Al menos para ella...
- Mexicano, -dijo la ruskie- de pie hasta el final, da?-
- Hasta el final, como todo buen macho , Mexicano! -conteste-
Algo se movía... Voltee con rapidez y desesperación en busca del origen del sonido, era el mismo cadáver de siempre, luciendo el pavoroso agujero en su pecho ahora esponjoso y amoratado se arrastraba penosamente ya sin la mitad de su cuerpo pegado a el, la otra estaría debajo del poderoso vehículo y junto con el anemorfo al que llamaban Spanky, pero lo curioso de la escena no era verlo desperdigar sus intestinos en el piso mientras nos despedíamos de nuestros últimos segundos de vida, si no que aquel armario metálico ya no estaba en su lugar, lanzado a lo lejos por la fuerza del impacto revelaba una portezuela metálica a la cual el difuntito ahora se dirigía con premura, logrando abrir una de sus portezuelas.
Una sonrisa parecía darle un aire de paz a aquel cuerpo mutilado, de la oscuridad de aquella misteriosa portezuela se escucho un grito...
- PAPA! QUE TE PASA! PAPI! NO!!!!-
Aquel reanimado, no buscaba por preocupación a su hijo, solo era un instinto animal que le decía el lugar donde se encontraba su presa, esa cosa solo tenia hambre...
Nadheza de un tiro certero reventó el cráneo de aquel infeliz espectro, inundando aquel espacio bajo tierra con los sesos nauseabundos, quien estuviera adentro solo lloraba y gritaba con desesperación, Nadh bajo de aquel vehículo cargando lastimeramente la Valija nuclear.
Los minutos habían expirado, cualquier intento era ya fútil, la mujer que me acompañaba estaba a segundos de ser una criatura que intentaría devorarme, en nuestros ojos la cuota de dolor era similar, fue poco el tiempo a su lado pero mi corazón me dolía tanto de perderla así ...
Así como ya perdí todo lo que alguna vez atesore...
En la eternidad del cielo negro se veían los quemadores auxiliares de un avión, seguro el cargador de la maldita suerte que nos esperaría, la estela de fuego comenzaba a elevarse a una altura segura, la detonación será en cualquier momento, me acerque a Nadhe y de un suspiro me entregue en un profundo beso en los labios a aquella mujercita rubia quien cerro los ojos de seguro pensando en su finado esposo, o en mi, eso ya no importa...
La mujer saco de los bolsillos una grabadora de minicasset y me la entrego en las manos al igual que la maleta de control estratégico, yo entendí que era un adiós, un amargo y tierno adiós...
- Conserva esto, dijo entregándome un pulserin metálico, lo necesitaras mas delante -
Al dármelo paso su brazo bajo mi hombro, ayudándome al apoyar mi destrozada pierna el soldado sobre el tanque comenzó a gritarle señalado al cielo donde ahora son dos luces las que se separan, al parecer seria una detonación de baja altitud...
Spasiva, murmuro la mujer al deslizarme dentro del mini refugio al lado de aquel niño que no tendría mas de 7 anos tras de mi la ruskie lanzaba una mochila dentro de mi sepulcro, eran medicamentos y primeros auxilios, dios te bendiga amor mío...
El suelo atronó por segundos después que Nadhe cerrara la portezuela metálica, seguro el Habrahams posando sus pesadas orugas sobre la entrada a manera de protección, ahora no quedaba nada mas que esperar que aquel agujero de rata soportara el impacto...
- Tengo que admitirlo hijo de perra, -dije entre quejumbres- eres cabron chingón , pero en no por mucho tiempo -
Aquella cosa miraba mi cuerpo de arriba a abajo, como saboreando por instantes la manera mas penosa de quitarme la vida, la manera mas lenta y desventajosa, la mas mortal de todas.
El grupo de reanimados comenzó a adelantársele al endemoniado, este enojado perdió un par de segundos gruñéndole a la turba quien parecía, por simple reflejo o por miedo abstracto no querer oponérsele mas al centinela...
- Tu....... - gimió la bestia-... Tu..... Muerte... -
Aquel reflejo de inteligencia me pareció mas aterrador que la muerte misma sobre mi en ese momento, pero ni para saborearlo, por que mientras terminaba la frase alzaba el brazo derecho exponiendo unas ensangrentadas garras de hueso que sobresalían de su piel, era el golpe final.
En el segundo en que la criatura se disponía a clamar sangre, una lluvia de balas agujereo toda la intimidad de aquel tejaban, derribando no muertos y haciendo retroceder en un rictus de dolor a la bestia sanguinaria, por un segundo no pude entenderlo, solo alcance a buscar un espacio seguro cuando un gigantesco blindado Habrahams del ejercito americano irrumpió en aquellas débiles paredes dejando al descubierto el cielo machacando los paneles de fibra metálica y uno que otro cadáver ambulante que formaban solo un pequeño bache ahora para el camino llano de sus poderosas orugas.
La puerta del blindado se abrió de un golpe, era Nadhe, quien mostraba las marcas de la pelea, fue mordida en los brazos y en el pecho, su destino era peor que el que me esperaba... Al menos para ella...
- Mexicano, -dijo la ruskie- de pie hasta el final, da?-
- Hasta el final, como todo buen macho , Mexicano! -conteste-
Algo se movía... Voltee con rapidez y desesperación en busca del origen del sonido, era el mismo cadáver de siempre, luciendo el pavoroso agujero en su pecho ahora esponjoso y amoratado se arrastraba penosamente ya sin la mitad de su cuerpo pegado a el, la otra estaría debajo del poderoso vehículo y junto con el anemorfo al que llamaban Spanky, pero lo curioso de la escena no era verlo desperdigar sus intestinos en el piso mientras nos despedíamos de nuestros últimos segundos de vida, si no que aquel armario metálico ya no estaba en su lugar, lanzado a lo lejos por la fuerza del impacto revelaba una portezuela metálica a la cual el difuntito ahora se dirigía con premura, logrando abrir una de sus portezuelas.
Una sonrisa parecía darle un aire de paz a aquel cuerpo mutilado, de la oscuridad de aquella misteriosa portezuela se escucho un grito...
- PAPA! QUE TE PASA! PAPI! NO!!!!-
Aquel reanimado, no buscaba por preocupación a su hijo, solo era un instinto animal que le decía el lugar donde se encontraba su presa, esa cosa solo tenia hambre...
Nadheza de un tiro certero reventó el cráneo de aquel infeliz espectro, inundando aquel espacio bajo tierra con los sesos nauseabundos, quien estuviera adentro solo lloraba y gritaba con desesperación, Nadh bajo de aquel vehículo cargando lastimeramente la Valija nuclear.
Los minutos habían expirado, cualquier intento era ya fútil, la mujer que me acompañaba estaba a segundos de ser una criatura que intentaría devorarme, en nuestros ojos la cuota de dolor era similar, fue poco el tiempo a su lado pero mi corazón me dolía tanto de perderla así ...
Así como ya perdí todo lo que alguna vez atesore...
En la eternidad del cielo negro se veían los quemadores auxiliares de un avión, seguro el cargador de la maldita suerte que nos esperaría, la estela de fuego comenzaba a elevarse a una altura segura, la detonación será en cualquier momento, me acerque a Nadhe y de un suspiro me entregue en un profundo beso en los labios a aquella mujercita rubia quien cerro los ojos de seguro pensando en su finado esposo, o en mi, eso ya no importa...
La mujer saco de los bolsillos una grabadora de minicasset y me la entrego en las manos al igual que la maleta de control estratégico, yo entendí que era un adiós, un amargo y tierno adiós...
- Conserva esto, dijo entregándome un pulserin metálico, lo necesitaras mas delante -
Al dármelo paso su brazo bajo mi hombro, ayudándome al apoyar mi destrozada pierna el soldado sobre el tanque comenzó a gritarle señalado al cielo donde ahora son dos luces las que se separan, al parecer seria una detonación de baja altitud...
Spasiva, murmuro la mujer al deslizarme dentro del mini refugio al lado de aquel niño que no tendría mas de 7 anos tras de mi la ruskie lanzaba una mochila dentro de mi sepulcro, eran medicamentos y primeros auxilios, dios te bendiga amor mío...
El suelo atronó por segundos después que Nadhe cerrara la portezuela metálica, seguro el Habrahams posando sus pesadas orugas sobre la entrada a manera de protección, ahora no quedaba nada mas que esperar que aquel agujero de rata soportara el impacto...
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